Subido por Jorge
Alberto López
La Clasificación Internacional
del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (CIF) define la discapacidad
como un término genérico que abarca deficiencias, limitaciones de la actividad
y restricciones a la participación. Se entiende por discapacidad la interacción
entre las personas que padecen alguna enfermedad (por ejemplo, parálisis
cerebral, síndrome de Down y depresión) y factores personales y ambientales
(por ejemplo, actitudes negativas, transporte y edificios públicos inaccesibles
y un apoyo social limitado).
Se calcula que más de mil
millones de personas —es decir, un 15% de la población mundial— están aquejadas
por la discapacidad en alguna forma. Tienen dificultades importantes para
funcionar entre 110 millones (2,2%) y 190 millones (3,8%) personas mayores de
15 años. Eso no es todo, pues las tasas de discapacidad están aumentando debido
en parte al envejecimiento de la población y al aumento de la prevalencia de
enfermedades crónicas.
La discapacidad es muy diversa.
Si bien algunos problemas de salud vinculados con la discapacidad acarrean mala
salud y grandes necesidades de asistencia sanitaria, eso no sucede con otros.
Sea como fuere, todas las personas con discapacidad tienen las mismas necesidades
de salud que la población en general y, en consecuencia, necesitan tener acceso
a los servicios corrientes de asistencia sanitaria. En el artículo 25 de la
Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad se reconoce que
las personas con discapacidad tienen derecho a gozar del más alto nivel posible
de salud sin discriminación.
Las personas con discapacidad
tienen una mayor demanda de asistencia sanitaria que quienes no padecen
discapacidad, y también tienen más necesidades insatisfechas en esta esfera.
Las actividades de promoción de
la salud y prevención de las enfermedades solo raras veces tienen como
destinatarias a las personas con discapacidad. Por ejemplo, la detección del
cáncer mamario y cervicouterino se practica con menos frecuencia en las mujeres
con discapacidad. El peso de las personas con deficiencias intelectuales y
diabetes sacarina se verifica con menor frecuencia. Los adolescentes y adultos
con discapacidades quedan excluidos más a menudo de los programas de educación
sexual.
Fuente: OMS Noticias
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/disability-and-health
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